jueves, 28 de enero de 2010

La religión de Pasolini

Orlwins Maizo



1.- Introducción
Para comenzar recordemos que Pier Paolo Pasolini fue un escritor, poeta y cineasta italiano, nacido en Bolonia en 1922; hijo de un militar fascista y de una campesina profundamente católica.
Durante toda su vida pareciera que en él estuvo muy marcado el asunto de la religión ya que así lo muestra en muchas de sus obras. Desde sus primeros años en Casarsa, cuando escribe El Ruiseñor de la Iglesia Católica; después en los años 50 (estando ya en Roma), al publicar Las cenizas de Gramsci y La religión de mi tiempo; o posteriormente en películas como El Evangelio según San Mateo y Teorema. No obstante, en la mayoría de estas obras la postura de Pasolini no es la de un ferviente católico, como se podría llegar a pensar, sino que éste más bien pareciera plantear una nueva visión de todo, como una especie de nueva religión.
De acuerdo con el Diccionario de la Real Academia Española, la religión es el conjunto de creencias o dogmas acerca de la divinidad, de sentimientos de veneración y temor hacia ella, de normas morales para la conducta individual y social y de prácticas rituales, principalmente la oración y el sacrificio para darle culto. Y lo sagrado, de acuerdo a su primera acepción en el diccionario, es lo digno por su carácter divino o por estar relacionado con la divinidad. Ahora bien, ¿podríamos pensar que Pasolini tuvo alguna religión en particular? ¿o será que su obra y su vida estuvieron más bien ligados a lo sagrado? Bien, la intención de este trabajo es precisamente tratar de aproximarnos a esa posible respuesta.
Desde mi punto de vista, la mayoría de los escritores revelan algo de sí mismos en cada una de sus obras; y Pier Paolo Pasolini no es la excepción. Sin embargo, son muchas las obras que él tiene, por lo tanto para intentar llegar a descubrir su verdadera religión se trabajará solamente con algunas de ellas: Who is me?/ Poeta de las cenizas, La religión de mi tiempo, algunas páginas de sus Cuadernos rojos, la película El Evangelio según San Mateo y algunos ensayos de los Escritos Corsarios; ya que son obras en las que de manera evidente se toca el tema de la religión. Es decir, la intención del trabajo es tratar de mostrar la religión de Pasolini a partir de algunas de las obras en las que él toca dicho tema.

2.- Who is me? / Poeta de las cenizas
En general, la poesía de Pasolini es realista y muy marcada por el momento. Este poema es una forma de exhibición de lo que él representa, una especie de construcción que pone en escena muchas de las vivencias, alegrías y desdichas que lo acompañaron durante su vida; es una especie de conmemoración de su pasado; es un texto autobiográfico que presenta varios aspectos que nos pueden ayudar a descubrir aquello en lo que el autor creía.
Por una parte, entre los versos 39 y 55 del poema, Pasolini dice que su primer librito de versos lo escribe en friulano, el dialecto de su madre, el cual aprendió entre los campesinos de su pueblo; así él muestra desde joven cierto rechazo por la lengua del imperio; y al no usar su lengua oficial sino una lengua menor indica ya un cierto conflicto político. Además, vale la pena recordar que el uso del dialecto también representa un intento de privar a la Iglesia de su hegemonía cultural sobre las masas subdesarrolladas. Así de esta manera Pasolini, desde joven, manifiesta cierta rebeldía al poder, lo cual será una constante durante su vida.
Por otra parte, el comunismo de Pasolini surge de esa relación directa con la realidad de los excluidos, de los marginados, de los perseguidos. Surge en estrecha relación con su cristianismo campesino. Entre los versos 172 y 195 del poema, Pasolini cuenta que él aparentemente se hizo Marxista luego de relacionarse con los hijos de los campesinos, con los peones y después de leer a Marx; es decir, aparentemente fue sí algo pasional, por convicción. Lo cierto es que, al convivir con los campesinos de Casarsa y luego con los pobres de Roma (durante sus primeros años en dicha ciudad), aprendió a comprender muy bien a las clases humildes y sencillas, a creer en ellos y a querer luchar por sus derechos.
Asimismo, en la primera parte del poema hay algunos versos en los que el poeta hace mención de su gran simpatía por Allen Ginsberg, un poeta de la Generación Beat, al cual consideraba un poeta hermano; así que también es posible que él creyese en algunas cosas que pensaban los de dicha generación; entre lo que destaca: el rechazo a los valores clásicos, el uso de drogas, una gran libertad sexual y el estudio de la filosofía oriental.
En el poema también se puede apreciar que, entre finales de los 50 y principios de los 60, Pasolini vive otra de sus crisis: yo, poeta marxista privilegiado,/ que posee instrumentos y armas ideológicas para combatir, / y suficiente moralidad para condenar el puro acto de escándalo, / yo, hondamente respetable, / pronuncio este elogio, porque la droga, el asco, la rabia / y el suicidio / son, junto con la religión, la única esperanza que queda: / contestación pura y acción (Pasolini 49).
¿Qué quiere decir Pasolini con todo esto? Es probable que aún no esté muy claro aquello en lo que él creía, pero lo cierto es que esa idea de contestación y acción que se mencionan en sus versos tienen mucho que ver; y lo que no se puede negar es que su poesía (en el sentido incluso etimológico de los antiguos griegos; su ‘poiesis’, su trabajo sobre las resistencias de la realidad) fue, como el mismo la reivindicaba, una pasión por lo real: un intento filosófico y político (en el más alto grado de esos dos conceptos) por militar en favor de (…) ‘la redención física de la realidad’, y por resguardar el carácter sagrado de lo real (Grüner); es decir, que su interés era la vida misma, los hombres y la realidad en la que se encontraban.

3.- Cuaderno rojo (1947)
En las páginas escritas por Pasolini durante este año él manifiesta un conflicto con Dios, está pasando por una de sus tantas crisis religiosas y existenciales.
Por una parte, en sus fantasías tiene deseos de imitar a Jesús y morir por los demás; y por otra, siente deseos de liberación y le pide a Dios autorización para poder pecar.
Además, tiene un sentimiento de culpa por un muchacho al que quería, al cual no llama por su nombre sino que se refería a él como T.; este muchacho estuvo enfermo y luego, al poco tiempo, murió. Dicha situación lo hizo sentirse mal y después de mucho tiempo lo llevó a pensar otra vez en la presencia y en el poder de Dios.
Por lo tanto, a través de estos escritos se puede constatar que Pasolini no era ateo, como muchos pudiesen llegar a pensar, sino que efectivamente él reconocía la existencia de un ser todopoderoso, a pesar de que en numerosas ocasiones no estaba de acuerdo con él; y además se puede percibir que otra de las cosas en las que creía él era en la libertad del ser humano, libertad incluso de Dios mismo.

4.- La religión de mi tiempo (1961)
Este libro reúne poemas escritos entre 1955 y 1960, los cuales nos pueden ayudar a construir la realidad de la Italia de Pasolini y asimismo pueden acercarnos a sus creencias. Los poemas de este libro son una muestra del cómo se expresa poéticamente el comunismo pasional de nuestro autor. Sin embargo, de estos poemas solamente tomaré en cuenta dos de ellos: el epónimo La religión de mi tiempo (1957-1959) y A un Papa.
El primer poema que se menciona, comienza como con una descripción de la vida de los jóvenes del campo, de aquello que los rodea, su historia y la gran influencia que la Iglesia tiene sobre ellos; menciona los pensamientos y los tormentos por los que muchos jóvenes (como él) pasaban. Además, en el poema Pasolini da a entender que intentó aproximarse a la Iglesia: siendo bueno hasta la locura… / Así, si dos días de fiebre / son bastante para que la vida me resulte / perdida y entero devuelva / el mundo al mundo (y nada / me embriaga más que la añoranza) /si muriera en este mudo gran sol de septiembre, / no sabría más que decir adiós… / Y, sin embargo, Iglesia, yo había venido a ti. / Apretaba en la mano Pascal y ‘Los cantos / del pueblo griego’, ardoroso (Pasolini 82), pero todo eso para él fue en vano ya que no se convenció. Él no consideraba que las verdaderas pasiones del hombre se revelaran en las palabras o en las obras de la Iglesia sino que consideraba todo eso como una ley innecesaria. Al mismo tiempo, criticaba que la Iglesia estuviese ligada políticamente al Estado y consideraba que los campesinos eran una especie de ingenuos corderitos guiados por ellos. En el poema Pasolini denuncia el poder de las autoridades, pide justicia para todos los oprimidos e indirectamente invita a un despertar de ese pueblo servil; eso es en lo que cree y por lo que lucha Pasolini.
Y en el segundo poema mencionado, Pasolini critica la actitud del Papa porque éste no hace nada para mejorar las condiciones económicas y sociales de los sectores más pobres que viven en Roma, a pesar de tener su aprecio y la autoridad sobre todos ellos. En el poema Pasolini condena al Papa y lo considera el pecador más grande porque, pudiendo hacer mucho con solo desearlo, éste no hace nada. En este caso nos podemos dar cuenta de que Pasolini no duda en desafiar ni en criticar a nadie, ni si quiera a la máxima autoridad de la Iglesia Católica, ya que considera que éste no está obrando acorde a lo que profesa. En el poema Pasolini da la impresión de un moderno Francisco de Asís encarando al Papa y recriminándole por las riquezas que tiene Roma frente a la gran miseria que les rodea.

5.- El Evangelio según San Mateo (1964)
Pasolini, en la crisis que vive a principios de los 60, tiene la sensación de que todo está corrompido, de que ya no hay zonas salvadas, está desencantado de todo, así que está pensando en otra forma de emancipación; ante la venida de la catástrofe piensa en la inmediatez del cine y encuentra en la cámara una especie de potencia de la realidad. Ahora no escribe poesía con palabras sino con las cosas y explora la realidad con la cámara.
El Evangelio según San Mateo, desde mi punto de vista, muestra algo de aquello en lo que Pasolini creía. Expone las enseñanzas del Evangelio tal como éste es, sin adaptaciones ni interpretaciones, sin agregar nada. Los personajes de la película se ven reales; su Cristo es sencillo y humano; y los milagros que realiza los hace de manera que parecen creíbles.
En una entrevista que le hicieron, en relación a esa película, Pasolini comenta lo siguiente: para decirlo de manera muy sencilla y franca, no creo que Cristo sea el Hijo de Dios, porque yo no soy un creyente - por lo menos no conscientemente. Pero creo que Cristo es divino (Cachia); es decir, Pasolini reconoce públicamente que no sigue las creencias de la Iglesia, y seguramente de ninguna religión en particular, pero sí podemos afirmar que está vinculado a lo sagrado, a lo divino, ya que considera que Cristo lo es.

6.- Escritos corsarios (1975)
Pasolini explicitó frecuentemente sus odios. Primero y principal, el odio irrefrenable contra la pequeña burguesía italiana (Alejandro Patat), la cual estaba estrechamente relacionada con el Estado y la Iglesia. En Escritos corsarios hay 3 ensayos en particular, escritos a finales de 1974, en los cuales Pasolini pone de manifiesto, de manera muy clara, su posición frente a la Iglesia Católica.
El primero de los ensayo se titula: Nuevas perspectivas históricas: la Iglesia es inútil al poder. El ensayo es una contestación a un artículo escrito por el “Osservatore Romano”, en el que critican a Pasolini por su opinión en relación a la crisis de la Iglesia de la época. Fundamentalmente en el ensayo Pasolini subraya la distinción radical que debe existir entre Iglesia y Estado, tal como lo dijo Cristo al decir: “Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”. Y como eso no se estaba cumpliendo él no era creyente de ninguna de las dos. Nuestro autor invita a seguir el modelo de Cristo y, asimismo, incita a la clase dominada a despertar de la opresión.
El segundo de ellos está titulado: La Iglesia, los penes y las vaginas; en el cual Pasolini continúa criticando la posición de la Iglesia Católica en la sociedad porque, según él, actúa de manera contraria a las enseñanzas del Evangelio. En el ensayo menciona otras realidades, ciertas represiones sexuales, que no son tomadas en cuenta de la forma más adecuada. Le critica a la Iglesia la falta de caridad para muchos de los que forman parte de su sociedad.
Y el tercer ensayo se llama: Las cosas divinas, en el cual Pasolini critica un libro titulado La Imitación de Cristo. Éste pone en duda al autor y a la fecha de publicación del libro, lo considera un instrumento para manipular a los fieles de su país, y sobretodo a los campesinos. Con este ensayo se manifiesta una vez más el interés de Pasolini por la figura de Cristo; tanto así que llega a criticar de esa manera a aquello que plantee algo diferente a sus enseñanzas.

7.- Conclusiones
A partir de estas obras se puede decir que la religión de Pasolini estuvo entre el límite de lo espiritual y de lo profano; es decir, que era una persona consciente de la existencia de un ser supremo, un hombre muy sensible y desinteresado por lo material, pero que no demostraba respeto a la autoridad de la Iglesia ni del Estado porque sencillamente creía en la libertad del ser humano. Y aunque no fue un creyente de la Iglesia Católica sí puede decirse que fue un creyente de la divinidad de Cristo y de sus enseñanzas, así que también puede ser considerado como una especie de creyente rebelde.
Además, recordemos que la religión de Pasolini se puede apreciar en sus obras más bien como algo antropológico, como una forma de integrarse a la sociedad. Un hombre por mucho tiempo interesado en las clases sociales más bajas.
Y debido a las constantes crisis que vivió Pasolini durante toda su vida puede decirse que fue un hombre interesado más que todo por la realidad en la que vivió, por el mundo real; y, asimismo, encontró en la cámara una especie de potencia de la realidad.

8.- Referencias bibliográficas

Cachia, Stephen. Pasolini and Religion. Para Pagine corsare. http://www.pasolini.net/contributi_pppreligione_cachia.htm

Diccionario de la Real Academia Española. Vigésima segunda edición.
Grüner, Eduardo. Los soles de Pasolini (Y sus mugres). Para la revista de cine La Fuga. Buenos Aires, 2001. http://lafuga.cl/los-soles-de-pasolini/384.
Pasolini, Pier Paolo. Who is me? / Poeta de las cenizas, Barcelona, DVD, 2002.
_______________ . La religión de mi tiempo, Barcelona, Icaria, 1997.
_______________ . Cuaderno rojo (1947).
_______________ . Escritos corsarios, Barcelona, Monte Ávila Editores C. A., 1978.
Patat, Alejandro. Los rostros de Pasolini. Para La Nación. Roma, 2005. http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=765551.

Cintas de Pier Paolo Pasolini:
El Evangelio según San Mateo, 1964.

2 comentarios:

  1. Orlwins nos ha presentado una interesante propuesta acerca de un Pasolini religioso pero anticlerical, situado en el borde de lo sagrado y lo profano. Una aproximación bastante cercana al pensamiento pasoliniano que supo criticar las miserias de la poderosa iglesia católica desde sus propias entrañas: Roma. He aquí, entonces, la ofrenda para su inmolación...Perfecto, Orwins, una teoría muy acertada.

    ResponderEliminar